Deudas Mercantiles.

Las deudas mercantiles, también conocidas como deudas comerciales, son un tipo de deuda que surge en el contexto de las relaciones comerciales y empresariales. Estas deudas pueden surgir por diversos motivos, tales como la compra de mercancías o servicios, la prestación de servicios o la realización de trabajos. En general, las deudas mercantiles se deben a una empresa por parte de otra empresa, aunque también pueden surgir entre particulares.

Bienes que no te pueden embargar

Abogado Mercantil - Reclamación de deudas

¿Qué se considera una deuda mercantil?

Una deuda mercantil es una deuda contraída con una persona o compañía comercial. La mayoría de las veces, estas deudas se originan cuando se compra bienes o servicios a crédito. Aunque también pueden surgir de otros arreglos comerciales, como un acuerdo de leasing o un préstamo bancario para financiar una empresa. En general, las deudas mercantiles suelen estar garantizadas por una hipoteca o un aviso de retención de fondos, lo que significa que el deudor puede perder el bien hipotecado o retener los fondos si no paga la deuda a tiempo.

¿Cuáles son las consecuencias de no pagar una deuda mercantil?

La primera consecuencia de no pagar una deuda mercantil es la falta de liquidez. La segunda consecuencia es que el deudor se verá en la obligación de hacer frente a los gastos judiciales y a los gastos de ejecución, que son los que se derivan del proceso de cobro de la deuda.

¿Cómo se puede evitar el cobro de una deuda mercantil?

1. Examine si la deuda es genuina. Antes de pagar una deuda, asegúrese de que la deuda sea genuina y que usted es realmente el responsable. Si no está seguro, póngase en contacto con la persona o la empresa que le ha cobrado la deuda y pida una "confirmación de deuda" por escrito. Una confirmación de deuda debe incluir:

- el monto de la deuda;

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- los nombres y direcciones de la persona o la empresa que le cobra la deuda;

- los detalles de cómo se adquirió la deuda, por ejemplo, cuándo se compró el producto o se prestó el servicio;

- una declaración de que usted es el responsable de la deuda;

- información sobre cómo pagar la deuda; y

- información sobre sus derechos, por ejemplo, el derecho a pedir una prueba de la deuda.

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Si no está seguro de si la deuda es genuina, consulte a un abogado o al Servicio de Protección al Consumidor.

2. No ignore la deuda. Si usted no paga una deuda, la persona o la empresa que le cobra la deuda puede intentar cobrarla mediante acciones legales. Si esto sucede, usted puede tener que pagar los costos de cobranza, además del monto de la deuda. También puede ser demandado y, si pierde la demanda, puede tener que pagar la deuda, los costos de la demanda y, posiblemente, los intereses.

3. Pague la deuda lo antes posible. Si puede, pague la deuda lo antes posible. Cuanto más tarde pague, más costoso será. Si no puede pagar la deuda completamente, pague lo más que pueda para reducir el monto adeudado.

4. Negocie un plan de pago. Si no puede pagar la deuda completamente, póngase en contacto con la persona o la empresa que le ha cobrado la deuda y negocie un plan de pago. Algunas personas o empresas estarán dispuestas a aceptar un plan de pago si usted paga una parte de la deuda inmediatamente y luego paga el resto en cuotas mensuales.

5. Pida un descuento. Si usted paga la deuda completamente, puede pedirle a la persona o la empresa que le ha cobrado la deuda que le haga un descuento. Algunas personas o empresas estarán dispuestas a hacer un descuento si usted paga la deuda inmediatamente.

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6. Pague con tarjeta de crédito. Si usted paga la deuda con tarjeta de crédito, puede obtener una "protección de pago" si la deuda es de más de €100 y menos de €60,000. La protección de pago significa que usted no tiene que pagar la deuda si la persona o la empresa que le ha cobrado la deuda no cumple con sus obligaciones. Para obtener protección de pago, debe pagar la deuda en su totalidad en un plazo de 60 días desde la fecha en que recibió la factura. Si se le cobra intereses, usted solo tiene que pagar el capital de la deuda.

7. Haga una reclamación. Si usted cree que la deuda no es genuina o que se le ha cobrado de más, puede hacer una reclamación. Si usted hace una reclamación y la persona o la empresa que le ha cobrado la deuda no puede o no quiere responder a su reclamación, puede presentar una demanda ante el Tribunal.

¿Existe algún límite para el cobro de deudas mercantiles?

En España, el Código Civil establece que las deudas mercantiles prescriben a los cinco años si no se han cobrado. No obstante, existen excepciones a esta regla general. En algunos casos, la prescripción puede ser interrumpida y seguir cobrando la deuda. Esto significa que el plazo de prescripción vuelve a empezar a contar desde el momento en que se produce la interrupción.

Las principales excepciones a la regla de prescripción de cinco años son las siguientes:

- Las deudas derivadas de contratos laborales prescriben a los cuatro años.

• Las deudas tributarias prescriben a los diez años.
  

• Las deudas con garantía hipotecaria prescriben a los veinte años.
  

• Las deudas derivadas del delito de estafa prescriben a los diez años.
  

• Las deudas derivadas del delito de apropiación indebida prescriben a los cinco años.
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¿Pueden los acreedores mercantiles embargar los bienes de un deudor?

Según el Artículo 579 del Código Civil, "Los acreedores tienen derecho a perseguir los bienes del deudor para hacer efectivo su crédito. Para ello, podrán dirigirse directamente contra los bienes del deudor, o bien pedir su embargo ante el Juez competente".

Por lo tanto, los acreedores mercantiles sí pueden embargar los bienes de un deudor en virtud del Artículo 579 del Código Civil.

¿Cómo se pueden reducir las deudas mercantiles?

En primer lugar, se debe entender qué se considera una deuda mercantil. Según el artículo 1.º del Real Decreto Legislativo 1/2002, de 22 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Enjuiciamiento Civil, «se considerarán como deudas y créditos mercantiles las establecidas en contratos de compraventa, locación, suministro, arrendamiento, apertura de crédito o cualesquiera otros, siempre que se refieran a bienes, servicios o prestaciones de carácter mercantil».

Por tanto, se pueden considerar como deudas mercantiles todas aquellas derivadas de la actividad comercial de una empresa, tales como las de proveedores, clientes, acreedores, etc.

Una deuda mercantil se puede reducir de diversas formas, aunque en la actualidad, debido a la crisis económica, se han puesto en marcha diversas medidas para facilitar la renegociación y el pago de las mismas.

En primer lugar, se debe intentar renegotiar la deuda con el acreedor, ya que de esta forma se pueden obtener condiciones más favorables para el deudor. Para ello, se debe solicitar una reunión con el acreedor y exponerle la situación económica y financiera de la empresa, así como las razones por las que se ha incumplido el pago. En muchos casos, los acreedores están dispuestos a renegociar las deudas, ya que de esta forma se evita el impago y se mantiene la relación comercial.

En segundo lugar, se pueden solicitar préstamos a entidades financieras para hacer frente al pago de las deudas. No obstante, esta solución sólo será viable si se dispone de una buena situación económica y financiera, ya que de lo contrario será muy difícil obtener un crédito.

En tercer lugar, se pueden utilizar los fondos propios de la empresa para hacer frente al pago de las deudas. No obstante, esta solución no siempre es viable, ya que muchas empresas se encuentran en una situación económica y financiera complicada y no disponen de los recursos necesarios.

En cuarto lugar, se puede acudir a un mediador para intentar llegar a un acuerdo con el acreedor. El mediador será una persona imparcial que ayudará a las dos partes a llegar a un acuerdo amistoso. No obstante, esta solución sólo será viable si las dos partes están dispuestas a negociar.

En último lugar, se puede acudir a la vía judicial, ya que en este caso se podrá solicitar una quiebra de la empresa o una suspensión de pagos. No obstante, esta solución sólo será viable en los casos más extremos, ya que implicará un gran coste para la empresa.

¿Qué se puede hacer si se está siendo cobrado indebidamente por una deuda mercantil?

Una deuda mercantil es una deuda adquirida por una persona en el curso de su actividad comercial. Las principales fuentes de estas deudas mercantiles son las ventas a crédito, los anticipos de clientes y los gastos en los que se incurre en el curso de la actividad comercial. Aunque estas deudas se adquieren en el curso de la actividad comercial, no siempre es fácil cobrarlas. En algunos casos, los clientes no pagan, o no pagan a tiempo, y los cobros indebidos pueden surgir.

Hay diversas situaciones en las que una deuda mercantil puede convertirse en una deuda impagada. Si un cliente no paga la factura a tiempo, o no paga la cantidad adeudada en su totalidad, se considerará que tiene una deuda impagada. También se considerará que hay una deuda impagada si el cliente realiza un pago parcial y luego rehusa hacer el resto del pago. Otro ejemplo de deuda impagada es cuando el cliente no paga una cuenta pendiente después de haber recibido un aviso de que debe hacerlo.

Existen diferentes maneras de manejar las deudas impagadas. La primera opción es hacer un acuerdo con el deudor para que pague la deuda. Si el deudor está dispuesto a hacer un acuerdo, debe asegurarse de que el acuerdo sea por escrito y sea vinculante para ambas partes. El segundo método es demandar al deudor. Si decide demandar al deudor, debe tener en cuenta que el proceso puede ser largo y costoso. Si el deudor no paga la cantidad adeudada, puede intentar recuperarla mediante el embargo de bienes. El embargo es un proceso legal en el que se le ordena a una tercera persona que retenga los bienes del deudor hasta que se pague la deuda.

Para Finalizar

El término "deudas mercantiles" se refiere a aquellas cantidades que una empresa adeuda a otra como resultado de las transacciones comerciales realizadas entre ellas. En la mayoría de los casos, estas deudas se originan cuando una empresa compra bienes o servicios a otra y no paga el importe total en el momento de la entrega. En algunos casos, las deudas mercantiles también pueden surgir debido a los créditos otorgados por una empresa a otra, como puede ser el caso de los créditos fiscales.