Legado.

Un legado está regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil, y se define como "toda disposición testamentaria en virtud de la cual se adjudica una cantidad de dinero o cosa al legatario". El legatario es la persona que se beneficia del legado, y el derecho que adquiere se llama legítimo.

El Código Civil español regula el derecho alegado en el artículo 841, que señala que "el derecho a recibir un legado no puede ser renunciado, ni transigido, ni extinguido por ningún medio que no sea el de la muerte del legatario o el consentimiento expreso de éste".

En cuanto a los efectos del legado, el artículo 842 del Código Civil establece que "el legatario adquiere el derecho a recibir el legado desde el momento en que se abre la sucesión y, si el testador fallece sin haberlo dispuesto otro tanto, el legado se entiende aceptado desde aquel momento".

Por último, el artículo 843 del Código Civil indica que "el legatario que rehúsa aceptar el legado no perderá más que el derecho a percibirlo, y podrá exigir su cumplimiento forzoso en los términos que señalan las leyes".

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¿Qué es un legado?

En el derecho, un legado[1]​ es un mandato voluntario que se establece mediante una disposición testamentaria, por el que se traspasa la titularidad de uno o más bienes a una persona determinada, con la finalidad de que ésta disponga de ellos en el momento de la muerte del testador.

Legatario.

La figura del legado se encuentra regulada en el libro IV, título III, capítulo I del Código Civil español, que señala que «los legados se forman en los mismos términos que los testamentos», lo que significa que pueden ser revocados o modificados en cualquier momento por el testador durante su vida.

Una de las particularidades del legado es que, a diferencia de la herencia, no supone un derecho adquirido por el beneficiario, sino que éste sólo adquiere la posesión de los bienes cuando el testador fallece. No obstante, el beneficiario del legado puede exigir al resto de herederos que le reconozcan el derecho a percibirlo, y en caso de que éstos se nieguen, podrá acudir a los tribunales para que le protejan sus derechos.

En cuanto al contenido del legado, éste puede ser cualquier bien, tanto material como inmaterial, como dinero, joyas, muebles, inmuebles, títulos valores, acciones, derechos de autor, etc. También pueden ser legados bienes futuros, es decir, aquellos que todavía no han sido adquiridos por el testador en el momento de hacer su disposición testamentaria, pero que serán adquiridos en un futuro.

Por último, cabe destacar que el legado puede ser condicionado o incondicionado. En el primer caso, el beneficiario sólo podrá percibirlo si se cumplen determinadas condiciones, mientras que en el segundo, el legado se entregará al beneficiario sin ningún tipo de condición.

¿Cuáles son los elementos necesarios para que un legado sea considerado válido?

En mi opinión, para que un legado sea considerado válido debe reunir los siguientes elementos:

Legítima.

1. Que el testador tenga capacidad para hacerlo. Esto quiere decir que deben reunirse los requisitos necesarios para contratar y, en consecuencia, para realizar un acto de disposición de bienes. En cuanto a la capacidad, el Código Civil señala los límites en función de la edad y del estado mental del testador. Así, se considera que tiene capacidad para hacer un legado quien ha alcanzado la mayoría de edad y goza de plena capacidad de obrar.

2. Que el legado se haga por escrito. No es necesario que el legado conste en un documento público, pero sí que debe dejarse constancia por escrito del mismo, ya sea en un papel o en cualquier otro soporte.

3. Que el legado se haga de forma expresa. No es suficiente que se haga constar el nombre del legatario o los bienes que le corresponden, sino que también debe dejarse claro que se trata de un legado.

4. Que el legado no sea revocado. Una vez que se ha hecho un legado, éste no puede ser revocado por el testador, salvo que se cumplan determinados requisitos, como que el legado se haya hecho a título gratuito o que el legatario haya renunciado a él.

¿Qué sucede si el testador no cumple con los requisitos para otorgar un legado?

En primer lugar, es importante aclarar que un legado es una disposición testamentaria por la que se transmiten bienes o derechos a una persona determinada.

Legítima Estricta.

Existen diversos requisitos para poder otorgar un legado. En primer lugar, es necesario que el testador esté legalmente capacitado para hacerlo. Por lo tanto, si el testador es incapaz de entender el alcance de su disposición o de expresar su voluntad de forma libre e informada, no podrá otorgar un legado.

Asimismo, es necesario que el legado sea expreso y preciso. Esto quiere decir que el testador debe indicar de forma clara y concreta a qué bienes o derechos se refiere y a quién va destinado el legado.

Por último, es importante que el legado se otorgue de forma witnessing, esto es, ante un notario o un funcionario público competente. En el caso de que el legado se otorgue en un documento privado, es necesario que este cuente con la firma del testador y de dos testigos.

Si el testador no cumple con estos requisitos, el legado será nulo. Esto significa que no se producirá ningún efecto jurídico y, por lo tanto, los bienes o derechos que el testador pretendía transmitir mediante el legado quedarán sin efecto.

¿Puede alguien renunciar a un legado?

Desde el punto de vista legal, una persona puede renunciar a un legado en cualquier momento. Si el legatario es una persona física, podrá renunciar al legado en cualquier momento antes de su muerte, y si el legatario es una persona jurídica, podrá renunciar al legado en cualquier momento antes de que el legado sea ejecutado. La renuncia al legado tiene efectos inmediatos y no requiere de la aprobación del tribunal. Sin embargo, si el legatario renuncia al legado después de que el tribunal haya dictado sentencia, la renuncia deberá ser aprobada por el tribunal.

Legítima Larga.

¿Qué pasa si el objeto del legado ha fallecido o no existe cuando el testador muere?

El objeto del legado puede ser cualquier cosa que el testador elija, desde una simple suma de dinero hasta una propiedad inmueble. Si el objeto del legado ha fallecido o no existe cuando el testador muere, la persona a quien se le ha dejado el legado (el legatario) no recibirá nada.

¿Cómo se puede impugnar un legado?

Cualquier persona que esté en posesión de un testamento que le nombre como legatario puede impugnar un legado. Si el testador ha fallecido y el legado todavía no ha sido ejecutado, el legatario puede presentar una demanda ante el tribunal para que se ordene la ejecución del legado. Si el legado ya ha sido ejecutado, el legatario puede presentar una demanda contra el albacea o la persona que ejecutó el legado, para que se le reembolse el importe del legado.

Para impugnar un legado, el legatario debe acreditar que es legatario y que tiene derecho a recibir el legado. En la mayoría de los casos, esto se puede hacer mediante la presentación del testamento del fallecido. Sin embargo, en algunos casos, el testamento puede ser objeto de impugnación y el legatario puede tener que acreditar su derecho a recibir el legado de otras maneras.

Una vez que el legatario ha acreditado su derecho a recibir el legado, debe impugnar el legado porque no se ha ejecutado correctamente. El legado puede no haberse ejecutado correctamente porque no se ha entregado el bien legado al legatario, porque el bien legado no es el que se describió en el testamento o porque el bien legado está dañado.

Para impugnar un legado, el legatario debe presentar una demanda en el tribunal competente. En la demanda, el legatario debe especificar los motivos por los que impugna el legado y pedir al tribunal que ordene la ejecución del legado o el reembolso del importe del legado.

¿Qué consecuencias pueden derivarse de un legado?

Las consecuencias de un legado, dado que se trata de una voluntad expresa del testador, pueden ser muy variadas. En la mayoría de los casos, el legado es un bien específico que el testador quiere que vaya a parar a una persona en concreto, y por tanto la consecuencia más obvia es que esa persona adquiera ese bien. No obstante, el legado puede establecerse de tal forma que implique otras consecuencias, como por ejemplo que la persona a quien va destinado el legado tenga que cumplir determinadas condiciones para hacerse efectivo el mismo. En cualquier caso, lo que es importante tener en cuenta es que el legado es una disposición que hay que tomar en cuenta a la hora de hacer el testamento y que, una vez que se ha fallecido, ya no se puede modificar.

Para Finalizar

En derecho, el legado es una disposición que se contiene en un testamento por la que se transmite un bien a una persona determinada, la cual se denomina legatario.

El concepto de legado viene del latín legātum, que a su vez deriva del verbo legāre (delegar, encomendar).

El legado puede ser de dos tipos:

- Legado particular: es aquel en el que se dispone la transmisión de un bien determinado.

- Legado genérico: es aquel en el que se dispone la transmisión de una cantidad de dinero o de una cantidad indeterminada de bienes.

Los legados pueden ser también:

- Puramente condicionados: cuando la efectividad del legado está supeditada a que se cumpla una determinada condición.

- Condicionados suspensivos: cuando la efectividad del legado se produce una vez que se cumple la condición.

- Condicionados resolutivos: cuando la efectividad del legado se pierde una vez que se cumple la condición.

- Modales: cuando el legado se hace subjectivo a una determinada forma de cumplimiento.

La figura del legado es muy importante en el derecho sucesorio, ya que permite que las personas dispongan libremente de sus bienes para después de su muerte.

El legado tiene una serie de requisitos para que sea válido:

- Requisito de forma: el legado debe estar recogido en el testamento.

- Requisito de objeto: el bien que se transmite mediante el legado debe ser identificable de forma clara y precisa.

- Requisito de causa: el legado debe tener una causa, es decir, un motivo por el que se hace la transmisión del bien.

- Requisito de capacidad: el legatario debe ser capaz de aceptar el legado.

- Requisito de acceptación: el legatario debe aceptar el legado. Si no lo hace, el legado se considerará caducado.

Una vez que se cumplen todos estos requisitos, el legado producirá sus efectos tras la muerte del testador.